Qué es el IoT y lo útil que puede ser en tu coche

El Iot está prácticamente en todas partes. Puedes encontrarlo en pequeños objetos de uso doméstico y en grandes maquinarias industriales, pero ¿qué es el IoT y cómo puede hacernos la vida más fácil en nuestro coche? ¡Te lo contamos!

Una inmensa red

El IoT hace referencia a la red de objetos que incorporan algún tipo de software, chip, sensor y cualquier tecnología que le permita conectarse e intercambiar datos con otros dispositivos, con la nube y otros sistemas a través de Internet. El Internet de las cosas (IoT) llegó para quedarse y aunque desde los años 90 los ingenieros introdujeron sensores y procesadores a objetos de uso cotidiano como electrodomésticos, teléfonos, ordenadores, televisores… es ahora cuando disponemos de la tecnología necesaria para desarrollar aplicaciones e interfaces que nos permiten aprovecharnos de todo ese intercambio de datos.

Los coches inteligentes

Mejorar la experiencia de conducción y la seguridad de conductor y pasajeros han sido los principales objetivos de introducir funcionalidades más inteligentes e incluso Inteligencia Artificial en los vehículos. Algunos de ellos tienen más funcionalidades que otros, pero todos los nuevos modelos están conectados a la red con la intención de recopilar datos que ayuden a desarrollar avances significativos, pero también te ayuda en el día a día.

Por ejemplo; tu coche también puede buscar la gasolinera más cercana y mostrarte el precio del combustible. Si tienes un vehículo eléctrico, como el Renault Megane E-Tech 100% eléctrico, puede ayudarte a buscar el punto de carga más cercano cuando necesitas recargar la batería. Incluso verifica si dispones de autonomía suficiente para llegar hasta tu destino.

Esta tecnología, además, te permite comunicarte con el coche a través de tu teléfono móvil. Con aplicaciones como My Renault, es posible controlar de forma remota infinidad de funcionalidades, como poner la calefacción o el aire acondicionado para que el coche esté a la temperatura deseada cuando subas a bordo, localizarlo si no recuerdas dónde lo has aparcado, tocar el claxon o encender las luces.

Desde hace tiempo, algunos coches son capaces de aparcar solos: detectan huecos libres y pueden hacer la maniobra de forma autónoma con la ayuda de sus cámaras, radares y sensores. Gracias al IoT, los nuevos modelos están llevando esta función a otro nivel.

Además de localizar los aparcamientos más cercanos y guiarte hacia ellos, hay apps que te llevan por la ruta con más probabilidades de aparcar de camino al destino. También ofrecen información sobre los distintos tipos de aparcamiento: si son públicos, si son zonas de estacionamiento regulado, el tiempo máximo para estacionar en determinadas plazas, el precio de un aparcamiento, etc.

Otra de las opciones que ofrecen estas aplicaciones es la de pagar el estacionamiento de forma automática cuando detectan que sales de un aparcamiento, sin tener que bajarte del coche ni hacer absolutamente nada. Aunque lo más útil es la capacidad para informar de plazas de aparcamiento vacías; cuando un usuario deja un sitio libre, la app utiliza Internet y el GPS para detectarlo e informar a otros conductores de que pueden aparcar en ese lugar.

El siguiente paso son los aparcamientos con gestión dinámica de las plazas. Muchos estacionamientos cuentan ya con un sistema de luces que sirve para saber si una plaza está ocupada (luz roja) o libre (luz verde). Con el IoT, esta misma información puede compartirse con dispositivos y coches conectados.

La importancia de anticiparse

Durante muchos años, las averías de los coches se han diagnosticado en el taller conectando una máquina al coche, primero con cables y luego de forma inalámbrica mediante otros protocolos de comunicación, como el Bluetooth. En los coches inteligentes no es necesario desplazarse hasta un taller: el IoT permite conectarse a ellos de forma remota.

Los fabricantes pueden recopilar datos e incluso solucionar algunos problemas a distancia, simplemente a través de la conectividad. También hay actualizaciones inalámbricas que permiten mantener al día el software del vehículo, corregir errores, añadir funcionalidades o mejorar la interfaz de usuario. Se llaman OTA, del inglés Over The Air (a través del aire) y el coche te avisa cuando hay una nueva actualización OTA disponible, exactamente igual que tu teléfono móvil. Solo tienes que descargarla y se instala de forma automática.

Los coches inteligentes también son capaces de monitorizar el tráfico y recopilar datos en tiempo real. Si detectan retenciones, accidentes o circulación lenta, te avisan con antelación para evitar que pases por ciertos sitios y ahorrarte atascos. Al mismo tiempo, te ofrecen alternativas para ahorrarte tiempo y llegar en hora a tu destino. La capacidad para monitorizar el tráfico es especialmente útil para que las empresas con flotas de vehículos puedan gestionar mejor el tiempo, sobre todo en las grandes ciudades y en las horas puntas, aunque todos los conductores pueden beneficiarse de estas funciones.

En algunos modelos es todavía más sencillo porque su sistema operativo está directamente integrado en el coche y permite utilizar estas aplicaciones sin necesidad de un smartphone. Es el caso de Renault Austral y Renault Megane E-Tech 100% eléctrico, que cuentan con el sistema OpenR Link, integrando el propio sistema operativo de Google (Android Automotive OS) en la interfaz del vehículo. Además, Renault Austral dispone de una conexión a Internet de 3 GB/mes, por lo que tiene acceso a Internet por sí solo. Es como tener un teléfono móvil integrado en el coche.

Además de apps como Waze o Google Maps, tener Internet en el coche con todo el ecosistema de Google te permite instalar directamente y utilizar otras aplicaciones, como la APP de música Spotify, con la que puedes mantener las listas de reproducción y canciones favoritas que has configurado en tu móvil, así como WhatsApp o APPS para planificar un viaje con tu coche eléctrico. 

 

 

 

Más inteligentes; más seguros

Las ayudas a la conducción que incorporan los últimos vehículos, como el detector de somnolencia o la alerta de cambio involuntario de carril te facilitan la vida al volante y velan por tu seguridad. El IoT y la conectividad complementan a los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción para que el coche sea más seguro y haga todavía más cosas por ti.

Aunque la conducción autónoma siga pareciéndote algo del futuro, en algunas ciudades, en lugar de un taxi convencional puede venir a buscarte un robotaxi, que es el nombre que reciben los taxis sin conductor. Son vehículos completamente autónomos y cada vez hay más poblaciones donde prestan servicio, de momento en fase de pruebas y, principalmente, en Estados Unidos y China. Son varias las empresas que los están utilizando con el objetivo de avanzar en el desarrollo la conducción autónoma y de las ciudades hiperconectadas que se comunican constantemente con los vehículos.

Renault es una de las compañías que apuesta por el transporte inteligente y autónomo. Comenzó a probar coches sin conductor hace más de seis años en China, más tarde puso en marcha un servicio piloto de transporte autónomo de pasajeros bajo demanda en el campus urbano de Paris-Saclay (Francia) y ahora continúa desarrollando funcionalidades de conducción autónoma en sus vehículos, en parte desde la factoría y el centro de I+D+i de Valladolid en España.

El reto es llevar a las calles modelos autónomos, eléctricos y conectados, como el prototipo Renault EZ-GO Concept, que es un anticipo de los vehículos que transformarán la movilidad urbana a través de la conducción autónoma y un ecosistema basado en el IoT y la conectividad.

Lo que está en camino

A lo largo de los próximos años, la Industria 4.0 depara grandes cambios en el universo de la automoción de la mano de los coches inteligentes. Uno de los primeros ya lo estamos viendo en modelos de Renault, como Austral y Megane E-Tech 100% eléctrico: la integración del sistema operativo de Google en el coche.

Los fabricantes evitan de esta forma tener que desarrollar software propio y los usuarios disfrutan de un sistema perfectamente integrado y en constante evolución que se actualiza de forma inalámbrica.

El IoT contribuirá, además, a optimizar la producción de vehículos. Servirá para acelerar las cadenas de suministro y el proceso logístico mediante la automatización, la estandarización de procesos, la conectividad entre las distintas partes de la cadena y una planificación más inteligente.

Las pequeñas funcionalidades también tratarán de mejorar la experiencia de usuario. Ya se pueden abrir y cerrar algunos coches con el teléfono móvil, ya sea de forma remota a través de Internet o con aproximación a través de un protocolo de comunicación NFC. Más adelante, los coches inteligentes se podrán abrir con reconocimiento facial mediante sensores biométricos como los que llevan los teléfonos móviles para desbloquearse.

El IoT es clave en este sentido porque es necesario que el coche se comunique constantemente con otros vehículos (comunicación V2V, del inglés vehicle to vehicle) y con todos los elementos de su entorno (comunicación V2X, del inglés vehicle to everything), como los semáforos y las señales. La conectividad, por tanto, tiene que ser total.

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